Naturaleza

5 consejos para reducir su huella ecológica

Cómo podés ayudar a conservar valiosos recursos naturales

El Día del Sobregiro de la Tierra es cuando el consumo de recursos naturales por parte de la humanidad supera lo que la naturaleza puede regenerar ese año. Este día se adelanta cada año, y es una señal inequívoca de que los humanos necesitamos cambiar nuestros hábitos de consumo. El Día del Sobregiro de la Tierra lo calcula la organización sin ánimo de lucro Global Footprint Network.

Reducí tu huella ecológica: 5 ideas sencillas

Cada uno de nosotros puede desempeñar un papel activo en la protección del planeta reduciendo nuestra huella ecológica. No necesitamos cambiar radicalmente nuestra forma de vida de repente. Paso a paso, podés hacer que tu vida cotidiana y tus hábitos sean más respetuosos con el medio ambiente. Aquí tienes 5 sencillos consejos para empezar.

 

#1 Comer menos carne y más vegetales

Una de las formas más eficaces de reducir la huella de carbono es consumir más alimentos de origen vegetal. Esto se debe a que los productos de origen animal tienen una huella ecológica mucho mayor que los de origen vegetal. La producción de carne consume mucha más agua y tierra y provoca mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Comer alimentos de temporada y de producción regional ayuda a reducir los costes globales del transporte. Y comprando productos frescos en el mercado local, se evitan los residuos de envases.

#2 Volar menos y viajar en tren, transporte público o bicicleta

La movilidad tiene un gran impacto en nuestra huella ecológica personal. Los viajes en avión representan una cantidad considerable de emisiones de CO2, lo que significa que cada vuelo que no tomamos es un regalo para el medio ambiente. Es más ecológico viajar en tren, bicicleta o coche compartido. La forma de desplazarse por la ciudad también marca la diferencia. Utilizar el transporte público, ir en bicicleta o caminar son formas sostenibles de proteger el planeta.

#3 Comprá menos y sólo lo que realmente te haga feliz

Reducir, reparar, reutilizar, reciclar. Ya sea ropa, muebles o electrodomésticos, consumir menos y de forma más consciente ahorra recursos. Antes de comprar algo nuevo, pensá si realmente lo necesitas. Los objetos que han llegado al final de su vida útil deben reciclarse siempre que sea posible. Las herramientas o equipos que rara vez necesita pueden prestarse fácilmente. Los productos de segunda mano que ya están en circulación son siempre la opción más eficiente desde el punto de vista de los recursos. Una regla empírica: cuanto más tiempo se utilicen los productos, mejor será su equilibrio ecológico. Opta por productos que se hayan producido de forma sostenible y de acuerdo con las prácticas del comercio justo, y que no necesiten ser transportados largas distancias.

#4 Ahorrá energía en casa

Durante el periodo de calefacción, se puede ahorrar energía en casa bajando la temperatura. Cuánto calentamos nuestras casas tiene un efecto considerable en nuestro balance energético. Bajar el termostato un solo grado reduce el gasto en calefacción en torno a un 6%. Otros hábitos para ahorrar energía son apagar completamente los aparatos eléctricos en lugar de dejarlos en modo de espera. Utilizar un hervidor eléctrico es más eficiente que hervir agua en la cocina. Instale bombillas LED de bajo consumo y no olvide apagar las luces cuando salga de la habitación.

#5 Utilizá energías renovables

Un único cambio ecológico de gran efecto: pasarse a uno de los muchos proveedores de electricidad ecológica. Utilizar energía limpia y renovable puede ahorrar a un hogar medio de tres personas unas 2 toneladas de CO2 al año.

¿Qué es la huella ecológica?

Nuestra huella ecológica, también conocida como huella ambiental, representa el área de la Tierra que ocupamos con nuestro modo de vida. Con casi todo lo que hacemos, consumimos recursos naturales. La huella ecológica personal describe cuánta tierra se necesita para mantener el consumo de recursos de una persona. La huella ecológica es diferente de la huella de carbono, ya que incluye otros impactos ambientales además de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

¿Cómo se calcula la huella ecológica?

La huella ecológica se mide en unidades de hectáreas globales, o hag para abreviar. El cálculo tiene en cuenta varios factores: por ejemplo, la producción de ropa y alimentos, la eliminación de residuos, el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono. El resultado puede compararse con la capacidad biológica del mundo o de una región. También conocida como biocapacidad, se refiere a la capacidad de una zona para regenerar lo que consumen las personas y absorber sus residuos. Si la huella ecológica de un país es mayor que su biocapacidad, se consumen más recursos naturales de los que el país puede regenerar por sí mismo. A escala mundial, esto suele representarse por el número de tierras consumidas por la humanidad.